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¡Ten cuidado con las garrapatas!

  • 06 abril 2022
  • Por Moisés Martínez Velázquez

Las garrapatas son parásitos externos que para sobrevivir necesitan alimentarse de la sangre de los organismos que ellas infestan. Estos pequeños artrópodos no son insectos y biológicamente están más emparentados con las arañas y los escorpiones. En el mundo se han descrito alrededor de 900 especies de garrapatas, las cuales parasitan una amplia variedad de organismos como los anfibios, reptiles, aves y mamíferos, incluyendo a los humanos. En México se han reportado alrededor de 100 especies de garrapatas.

El ciclo de vida de las garrapatas consta de las siguientes cuatro etapas, huevo, larva, ninfa y adulta. El ciclo inicia cuando una garrapata hembra adulta, repleta de sangre, ha sido fecundada y se desprende del organismo hospedero. Al caer al suelo busca un lugar para refugiarse y en un periodo de varios días deposita algunos miles de huevos. Si las condiciones ambientales son favorables, en alrededor de tres semanas emergen las larvas, las cuales buscarán un nuevo hospedero para alimentarse. Para lograr este propósito, las larvas trepan la vegetación, que puede ser el pasto, la hierba o arbustos, extienden su primer par de patas y se adhieren al hospedero, que puede ser animal o humano. Esta etapa de búsqueda puede durar varios meses, durante los cuales las larvas sobreviven sin alimentarse; esto lo logran gracias a que han desarrollado mecanismos biológicos de resistencia a la inanición. Una vez en el hospedero las larvas se alimentan de sangre, mudan a ninfas y continúan alimentándose para diferenciarse en machos y hembras jóvenes. Después del apareamiento, las garrapatas hembras adultas se repletan de sangre y se desprenden del hospedero, iniciando un nuevo ciclo vital.

Una característica interesante de las larvas de garrapata es que solo tienen tres pares de patas y miden alrededor de 0.5 mm de longitud, mientras que las ninfas y adultas presentan cuatro pares de patas, alcanzando las hembras adultas repletas hasta 1 cm de longitud.

Las picaduras por garrapatas suelen pasar desapercibidas ya que éstas al picar inoculan sustancias anestésicas presentes en su saliva, lo que hace que las picaduras sean indoloras. No obstante, a través de la misma saliva las garrapatas pueden transmitir microorganismos causantes de enfermedades –como virus, bacterias y protozoarios- a los organismos de los que se alimentan, tanto humanos como animales, lo que las convierte en un factor de riesgo para la salud humana y veterinaria. Se sabe que después de los mosquitos, las garrapatas son los vectores más importantes de transmisión de agentes patógenos a los organismos infestados.

En México es común observar infestaciones por garrapatas en animales silvestres, animales de producción y mascotas. Sin embargo, son cada vez más frecuentes los reportes de picaduras por garrapata, así como la manifestación de enfermedades transmitidas por garrapata, en humanos. En el año 2007 se reportaron 9 casos de fiebre manchada de las Montañas Rocosas en niños de dos a doce años de edad, en el estado de Sonora, con una mortalidad del 22%. Asimismo, en el año 2009 se reportaron 18 casos de esta enfermedad en niños de entre 4 y 16 años de edad, en el mismo estado de Sonora, presentando una letalidad del 33%. Más aún, en un estudio de vigilancia epidemiológica, realizado entre 2015 y 2018 en el estado de Sonora, se reportaron 510 casos de esta enfermedad, con una fatalidad del 44%.  Brotes de esta enfermedad han sido también reportados en los estados de Baja California, Coahuila, Zacatecas y Yucatán. Todos estos casos de enfermedad se han asociado con la transmisión de la bacteria Rickettsia rickettsii a los humanos por picaduras de la garrapata común del perro Rhipicephalus sanguineus. Otra infección importante en el ser humano que se asocia con picaduras de garrapata es la llamada enfermedad de Lyme. En este caso el agente patógeno es la espiroqueta Borrelia burgdorferi, la cual es transmitida a los humanos por garrapatas de diferentes especies, entre ellas la garrapata común del perro. Un estudio del año 2007 reportó cuatro casos de esta enfermedad en la Ciudad de México, tres fueron de personas que acamparon en el Parque Nacional La Marquesa y otro de una persona que acampó en Quintana Roo. El riesgo de adquirir esta enfermedad también se presenta de manera ocupacional. Un estudio del año 2016 mostró que varios Médicos Veterinarios del estado de Nuevo León, expuestos a picaduras de garrapata, desarrollaron anticuerpos contra el patógeno B. burgdorferi así como síntomas relacionados con la enfermedad de Lyme. Igualmente, se ha documentado el caso de una paciente de ocupación estilista de perros, residente de la ciudad de Oaxaca, quien desarrolló la enfermedad denominada ehrlichiosis después de ser picada por garrapatas de perro. En este caso el agente patógeno causal de la enfermedad fue la bacteria Ehrlichia canis. Asimismo, se encontró que trabajadores de clínicas y hospitales veterinarios de Ciudad Juárez, en Chihuahua, presentaron anticuerpos contra las bacterias E. chaffeensis y Anaplasma phagocytophilum. En este estudio todos los trabajadores manifestaron haber atendido perros infestados con garrapatas. Incluso la misma saliva de la garrapata puede provocar enfermedades potencialmente fatales, como es el caso de un paciente del municipio de Cihuatlán, Jalisco, que desarrolló la entidad médica conocida como parálisis por garrapata, después de ser picado por garrapatas de la especie Amblyomma maculatum, las cuales adquirió tras haber estado en contacto con ganado bovino infestado con garrapatas.

La evidencia científica acumulada indica que las garrapatas representan un riesgo importante para la salud pública, ante lo cual es esencial tomar medidas de prevención. Entre ellas se puede mencionar que debe evitarse visitar áreas boscosas con vegetación muy tupida, con pastos y hojas caídas. En caso de visitar estas áreas, debe utilizarse ropa con manga larga, pantalones largos y botas cerradas, así como repelentes de insectos. También se aconseja caminar por el centro de los senderos. Después de los paseos al aire libre es recomendable revisarse la ropa y el cuerpo para ver si se tienen garrapatas, así como darse un baño. También es importante revisar a las mascotas y aplicar los tratamientos recomendados por los Veterinarios en caso de infestación por garrapatas. Algunas de estas medidas pueden también ser utilizadas en el caso de trabajar atendiendo mascotas y para aquellas personas que manipulan animales de producción como vacas, caballos u ovejas.

En el CIATEJ estamos trabajando en el desarrollo de productos orgánicos para el control de garrapatas en ganado bovino y en mascotas, así como repelentes de garrapatas.

 

* CIATEJ, A.C., Biotecnología Médica y Farmacéutica.

Avenida Normalistas 800, Col. Colinas de la Normal,

Guadalajara, Jalisco, México, C.P. 44270

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